El análisis grafológico de Berto Romero será mejor entendido tras una breve biografía.

Alberto Romero Tomás.

(Cardona, 17 de noviembre de 1974).

​ Más conocido como Berto Romero, es un humorista, guionista y actor español.

Participó en los programas de humor Buenafuente (La Sexta), Buenas noches y Buenafuente (Antena 3) y En el aire (La Sexta) y fue columnista del diario Público.

Actualmente presenta junto a Andreu Buenafuente el programa de radio de la Cadena SER Nadie sabe nada.

ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE BERTO ROMERO.

«Fuí padre, vine a CIEGAS y me puse CIEGO». Toda una filosofía para el s.XXI.

Aunque la imagen que pueda darnos en la pantalla sea la de un chico más bien despistadillo, nada que ver al respecto.

No solamente sabe usar inteligentemente el espacio de la hoja para que este sea impactante sino que nos regala su propia caricatura.

Cúal genio del lenguaje visual, encaja a la perfección lo que su público ve de él con su personaje.

Nos viene a decir…»Si, si reiros de mí. Soy gafotas, chepudín, narigudo pero soy Berto, bien grande y con una «V» victoriosa en los dedos.»

Ese soy yo. Ascendiendo, claro y con una «B» gigantesca que parece querer abrazar su propio dibujo.

Oséa…no se pierde ni un detalle.

Pero la tendencia a realizar lineas convexas también le lleva a ser humilde con el prójimo.

(Letra del texto tirando a pequeña.)

El análisis grafológico de Gila será mejor comprendido tras una breve biografía.

Miguel Gila Cuesta .

(Madrid, 12 de marzo de 1919 – Barcelona, 13 de julio de 2001) fue un actor, humorista y dibujante de historietas español.

Nació en el distrito de Tetuán de Madrid y posteriormente se crio con sus abuelos en el barrio de Chamberí.

Al estallar la Guerra Civil, como militante de las Juventudes Socialistas Unificadas, se alistó como voluntario en julio de 1936 en el Quinto Regimiento de Líster.

En 1962, se «exilió» según sus palabras «por un empacho de dictadura» y fijó su residencia en la ciudad argentina de Buenos Aires.

El modo más frecuente de expresar su humor era mediante diálogos figurados (en realidad, monólogos) al teléfono, cuyo costumbrismo ingenuo tocaba a veces con el surrealismo.

ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE GILA.

Habiendo participado activamente en la guerra civil española y teniendo que convivir con el franquismo, Gila mantiene sus ideas a buen recaudo.

Podrán observar con tranquilidad que los óvalos del texto al completo están cerrados a cal y canto.

Mas eso no le impedía hablar con claridad para ser comprendido por todo su público.

De hecho la esposa del Generalísimo seguía su trabajo por las divertidas ocurrencias monologuistas.

(La estructura de la letra es perfectamente legible).

Pero también existe cierta ambigüedad en esta muestra.

La firma nada tiene que ver con el resto y esto siempre pica la curiosidad.

El punto de la «i» se concierte en un enorme círculo, símbolo de la imaginación desbocada de los adolescentes.

En su fuero interno le gustaba seguir con su labor humorística fuera de los escenarios.

Hay personas que ponen en duda sus comentarios memorísticos acerca de un fallido fusilamiento. en él por lo visto salió milagrosamente con vida.

Por los datos que sus biógrafos manejan, quizás estén en lo cierto.

Lo que si lo es, es el hecho de firmar con mayúsculas.

(Orgullo muy personal de su valía).

A pesar de no lucir una apariencia llamativa, a él nadie le quitaba su derecho a flirtear con el sexo femenino.

(Pies largos, enroscados y que se meten en la linea inferior).

Muy coqueto al respecto.

Pero la inclinación de la escritura a la derecha le empujaban a tener nuevas y variadas aventuras, no sólo de faldas.

(«A» de «Gila» cuadrada).

Esta vocal así representada es como un puente seguro para poderse mover de un terreno a otro sin mayor dificultad.