Este trastorno parece iniciarse invariablemente en la infancia aunque no se detecta hasta mucho más tarde.
Tras un vínculo afectivo roto, no establecido o deficiente consiguen crear un conflicto siendo inseguro, temeroso del entorno y del futuro.
Los datos sugieren que no es tan infrecuente como se pensaba.
El sujeto para lidiar con el trauma creará diferentes tipos de personalidades.
Sus características principales serían las siguientes:
· Amnesia disociativa.
· Fuga disociativa.
· Trastorno de la propia identidad.
· Despersonalización. (Asunción de nuevas personalidades).
· Intentos de suicidio.
· Estados depresivos.
Como en principio el especialista tiene que adquirir la confianza del individuo para desmembrar las diferentes partes de sus perfiles, también la grafología aporta una ayuda valiosa.
Por lo general suelen tener una habilidad especial para cambiar su grafía y la dirección de palabras fluctúa en todo el escrito.
Dependiendo de como colabore para que sus diversas personalidades se integren entre sí, podemos encontrar desde firmas sobreprotegidas por la rúbrica, filiformidad, precipitación en la velocidad, óvalos cerrados y con cambios súbitos de tamaño a lo largo del escrito.
Según la gravedad de la enfermedad, podrá recuperarse en meses o en años.