Desde muy joven soy seguidora de la trayectoria musical de esta artista que me encanta.
Otra cosa es su biografía y mi percepción grafológica de ella que se van por peteneras.
Tengamos en cuenta de que hasta ahora no dispongo de una firma suya para cotejar pero con esta carta y su biografía podemos avanzar muchísimo.
Janis era lo que en el mundo de los rulantes es una “hippie de pastel”.
Para información de ustedes un rulante es aquella persona que decidió libremente coger su mochila para vivir la vida fuera de los cánones establecidos.
“Quiero cambiar lo que me rodea.” Una “hippie de pastel” es la típica hija de millonarios que se aburre de su entorno y se lanza a la aventura por ver qué pasa.”
Eso sí, papá, mi billetera bien repleta”.
Grafologicamente, es lo primerísimo que se nota.
Ella era bastante más centrada de lo que la gente cree, su letra no corresponde a una “yonkie” en toda regla.
En este escrito más bien estaba buscando su lugar pues lo que su familia le enseñó no le llenaba.
(“f” anudada en la parte central de la letra).
Las “m-n” se plasman en arcadas (Símbolo inequívoco de búsqueda del triunfo) y creo que precisamente el sexo era una de sus interrogantes más recalcitrantes.
Para ella el significado del amor era superlativo y el sexo estaba implícitamente unido a él.
Hay un rasgo de estas nuevas ricas que me ha hecho mucha gracia.
Es el hecho de invadir las líneas superiores-inferiores como si eso fuese gráficamente aceptable.
Usted dirá “¡Cómo era hippie!” Pues no.
Ella buscaba satisfacer determinadas áreas no resueltas en su persona y le daba lo mismo acostarse con cualquiera.
La “z” de puzle a un grafólogo va a decirle mucho sobre la manera de coquetear con los demás.
La sonrisa que se inmortalizó de su persona es la muestra evidente de querer gustarle a todos.
Pero no se consigue siempre, de ahí sus melancolías plasmadas en subrayados como el que aparece en la palabra “also” al fin del escrito.