La niña Mª Luz Cortés, de tan sólo cinco años de edad salió a comprar unas “chuches”.
En el barrio de El Torrejón, Huelva mientras su asesino, Santiago del Valle la observaba desde su vivienda cuyas ventanas estaban cubiertas de plásticos para ocultarse.
Tras lanzarle un peluche le pidió que se lo subiese y allí en la escalera tuvieron un forcejeo.
Debido a los golpes que le propinó en cabeza y tórax sufrió una importante pérdida de sangre.
Es por esta causa por lo que la introdujo en la vivienda para transportarla aún con vida en un carrito de la compra.
Finalizó por desprenderse de su carga en un pantano cercano causandole la muerte por ahogamiento.
Tras todo el proceso mediático hasta que pudo juzgársele, se supo que abusó sexualmente de una de sus hermanas, de su propia hija y de otras cinco niñas más.
Su padre, Juan José Cortés, hizo una campaña de recogida de firmas que llegó hasta el presidente Rodriguez Zapatero con el fin de que se endurecieran las penas por pederastia.
SANTIAGO DEL VALLE GARCIA.
Nac.el 22 de febrero de 1965. (Huelva).- Condenado a 22 años de prisión.
Se crió en una familia de nueve hermanos, 6 varones y trece féminas.
Su padre se dedicaba a la venta ambulante mientras la madre hacía trabajos de limpieza.
Tras la muerte del padre empapeló las ventanas de la casa para mantener la intimidad.
Desde el año 2001 abusó sexualmente de cinco niñas y nunca trabajó por estar cobrando un subsidio de minusvalía por retraso mental.
Una niña asturiana lo denunció pero no llegó a pisar la cárcel por determinados fallos de la Administración de Justicia.
Tras morir Mª Luz, todo se destapó y actualmente cumple condena en el Centro Penitenciario de Huelva.
ANÁLISIS GRAFOLÓGICO
Obviamente, mirando la estructura global de la firma, no es muy difícil sacar la conclusión de que algún tipo de desajuste se maja en su interior.
(Primer golpe de vista que sugiere desequilibrios).
A pesar de que el espacio disponible no le da como para plasmar el segundo apellido, no parece que haya buscado la manera de hacerle un huequito, ni siquiera para la mayúscula.
Ha preferido sin embargo agrandar la “D” para sustituir con su machismo la imagen materna.
Con profundos complejos de inferioridad, se resguarda socialmente para convencerse a sí mismo de su valía.
(La rúbrica lo tacha).
Una vez envalentonado frente al mundo, querrá ser escuchado, comprendido y aceptado.
(Mayúsculas grandes comparándolas con las minúsculas).
Del éxito obtenido vendrán las siguientes lineas de actuación.
En el plano sexual ha descubierto que masturbándose consigue mitigar parte de la angustia.
(Trayectoria del pie de la “g” muy pequeña pero que avanza hacia la “o”).
Esto, unido nuevamente hacia la estructura de la “D”, que es una letra capital para indicarnos sus recuerdos paternos, no hace sino confirmarnos los problemas tan profundos que deforman por completo el palote básico.