Análisis grafológico de Antonio Mingote.

El análisis grafológico de Antonio Mingote se comprenderá mejor con una breve biografía.


Ángel Antonio Mingote Barrachina, I

Marqués de Daroca, (Sitges, 17 de enero de 1919, – Madrid, 3 de abril de 2012).

Dibujante, escritor, académico de la lengua y periodista español.

Inició su carrera como humorista gráfico en la revista La Codorniz en 1946 de la mano de su director, Álvaro de Laiglesia.

En 1967 la Prensa Española instituyó un premio que lleva el nombre de Mingote, que le concedió en su primera edición y que reconoce los trabajos de humor y periodismo gráfico.

Hoy, el «Premio Mingote» es uno de los más prestigiosos.

En 1987 fue nombrado miembro de la Real Academia Española y pasó a ocupar el sillón «r».


 

el análisis grafológico de Antonio Mingote es gracioso

ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE ANTONIO MINGOTE.

Es casi de seguro que la letra que nuestro personaje utilizó de por vida, no es para nada la grafía que hoy presentamos.

Sin embargo, al elegir su firma comercial, que nos es gratamente familiar, querría arrimarme más a su parte profesional e intelectual.

Existe una mezcla clara entre la seriedad y la ironía de la vida misma.

El aspecto serio, lo presenta principalmente la angulosidad de la letra “M” a la par del periódico que dibuja a la derecha.

Pero lo más inocente del asunto, el bla, bla, bla popular, está perfectamente simbolizado por el lapicero que no parece atinar muy bien a escribir en el mismo renglón una sola palabra.

Si nos transportamos al mundo de la infancia, veremos que Mingote forzó cada una de las letras cual niño chico.

La firma parte de una “g” central con una especie de eje que trata de atravesarla.

Esto indica que en el fondo era un amante de la ética y del equilibrio bien entendido.

La “t”, que nos habla siempre de la voluntad personal, anda mirando al cielo un poco haciéndose la despistada.

Igual que los ojillos desconcertados del autorretrato, las decisiones de terceras personas, justo aquellas de las que tanto escribió, no tienen nada que ver con sus criterios más íntimos.

Análisis grafológico de Ana María Matute.

El análisis grafológico de Ana María Matute se comprenderá mejor tras una breve biografía.


Ana María Matute Ausejo

(Barcelona ,España, 26 de julio de 1925-, 25 de junio de 2014).

Novelista española miembro de la Real Academia Española, donde ocupaba el asiento «K», y la tercera mujer que recibió el Premio Cervantes, obtenido en 2010.

Matute fue una de las voces más personales de la literatura española del siglo XX.

Es considerada por muchos como una de las mejores novelistas de la posguerra española.

La de Matute es la infancia robada por el trauma de la guerra.

En 17 de noviembre de 1952, Matute se casa con el escritor Ramón Eugenio de Goicoechea.

En 1954 nace su único hijo, Juan Pablo, al que le dedicó gran parte de sus obras infantiles.

Se separa de su esposo en el año 1963.

Como resultado de las leyes españolas, Matute no tenía derecho a ver a su hijo después de la separación, ya que su esposo obtuvo la tutela del niño, y esto le provocó problemas emocionales.

Matute era profesora de la universidad y viajaba a muchas ciudades para dar conferencias.


EL ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE ANA MARÍA MATUTE ES ESPECIAL

ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE ANA MARÍA MATUTE.

En un mundo de hombres en el que nuestro papel consistía poco más o menos en ser unas perfectas sufridoras, esta escritora puso toda la carne en el asador para hacer valer sus derechos.

( Firma personalizada y mayor al tamaño del texto).

Quizás lo que llama la atención tras una primera y rápida mirada sean los palotes paralelos de las « M ».

Dejan inconclusas la formación de las mismas.

Esto le confiere una personalidad entre atormentada y batalladora que nos recuerda el tridente de Neptuno cual monarca de los mares.

Se esforzó en ser condescendiente con aquellos que la rodeaban.

(letra del texto más redondeada que la de su nombre).

Da la sensación de que a título personal adquirió una serie de compromisos con ella misma bastante gravosos que mantuvo en pie hasta el final de sus días.

(« A » ;  « a » de Ana Mª con enorme ángulo hacia la izquierda).

La diferencias de barrado de las « t » denotan que se dejaba llevar por el destino y que su voluntad se transformaba en tanto y cuanto los acontecimientos lo requiriesen.

Pero había experimentado durísimas vivencias que la mantenían en sus trece.

Ferréa perseverancia que le hacía elevar la cabeza bien alto y el de todas aquellas féminas maltratadas como ella.

(Verticalidad en el trazo).