El uso de la información proporcionada por el espionaje han perdurado en el tiempo mediante la escritura.

Una tablilla en acadio, datada hacia el 2210 a. C. muestra como el rey Acadio uso mercaderes para que lo informasen sobre las regiones que planeaba dominar.

Incluso en la mitología sumeria (poema épico de Ninurta) se hace mención del espionaje.

Y Hammurabi, rey de Babilonia entre 1792 y 1750 a. C. desbarató los planes de ataque de una fuerza mariota, en el actual Irak, que pretendía hacerse con la ciudad.

Esto figura en los archivos de Mari.

Aunque el uso de la inteligencia militar se dio en todas las civilizaciones antiguas, es en China con el arte de la guerra, de Sun Tzu donde aún hoy encontramos muchas citas que nuestros gobiernos todavía utilizan.

En el capítulo XIII expone la importancia que tiene el conocimiento, la información y la inteligencia antes de entrar en combate.

Escritura babilónica

En India, en un tratado llamado Arthasastra, se establece el espionaje como un elemento imprescindible para el poder.

Se propugnó una red de soplones que abarcaban absolutamente todos los estratos de la población.

Para los ávidos lectores de la Biblia, no se les hará extraño testimonios abundantes sobre el tema que tratamos.

Yavé, por ejemplo, le dijo a Moisés que enviara a un príncipe de cada una de las doce tribus para explorar la tierra de Canaán.

Y según san Marcos, Jesús es sometido a vigilancia por fariseos y herodianos enviados por los sacerdotes para “sorprenderle en alguna palabra”, tal como sucede en el pasaje del tributo al César, con tal de acusarlo y arrestarlo.

Sus discípulos pasaron por lo mismo como se cita en Gálatas cuando Pablo explica la existencia de falsos cristianos entre ellos y ver sus actividades.

Como no podía ser de otra forma, los griegos no se quedaron detrás.

En la Ilíada ya se hace mención dentro de la guerra de Troya con su famosísimo caballo fabricado para que anidase todo un ejército dentro de él.

También Alejandro Magno para entrar en combate en Gaugamela hizo correr el rumor de que el ataque lo realizaría esa misma noche teniendo a Darío en vela con sus tropas.

Cuando ellos estaban restituídos y reposados, se dio la orden de ataque.

El mismo Herodoto (V, 35) narra que Histieo, para mandar un mensaje a Aristágoras de Mileto hizo escribirlo en la cabeza afeitada de un mensajero.

Cuando el pelo creció y llegó a su destino, se hizo el proceso contrario: se le afeitó la cabeza.

A este proceso se le conoce con el nombre de esteganografía.

Por último, no olvidar a Roma.

Los historiadores Tito Livio y Sexto Julio Frontino relatan como en el año 300 a. C., durante las guerras etruscas, el cónsul Quinto Fabio Máximo envió a su hermano Fabio Ceso al bosque disfrazado de de campesino etrusco con el fin de ganarse a los umbros para la causa romana.

Como verán, la importancia de la escritura nos permite en estos días cotejar el comportamiento del ser humano a lo largo de la historia.



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