El análisis grafológico de Santa Teresa de Jesús se comprenderá mejor tras una breve biografía.
Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, aunque cambió entonces su nombre por Teresa de Jesús.
Su padre, aficionado a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las prácticas piadosas comenzaron a despertar sucorazón
Teresa dejó la casa paterna, y entró el 2 de noviembre de 1533 en el convento de la Encarnación, en Ávila, y allí profesó el día 3 de noviembre de 1534.
Según su testimonio se le apareció Jesucristo (1542) en el locutorio con semblante airado, reprendiéndole su trato familiar con seglares.
La reforma propugnada por Teresa junto a San Juan de la Cruz progresó rápidamente.
En 1970 se convirtió (junto con Santa Catalina de Siena) en la primera mujer elevada a la condición de Doctora de la Iglesia.
ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE SANTA TERESA DE JESÚS
Nos muestra por su letra que no se amilanaba fácilmente ante circunstancias adversas.
Siempre que en Grafología se habla de espiritualidad tenemos la tendencia de hacer comentarios semejantes a;
puntos de la “i” muy elevados, presión finísima por no decir sublimada, zona inferior de la escritura poco desarrollada…etc.
Pues nada de esto encontramos en esta mujer.
Su decisión personal consistió casarse con el “Adorable” y su alianza matrimonial podría decirse que se plasma en la letra “s” que aparece como “f”.
Sin embargo la última correspondiente a “Jesús”, si fue hecha de forma adecuada.
La representación de la “f”, que es la única letra del alfabeto que recorre los tres planos, nos habla del infinito.
Ambos personajes sienten tanto amor el uno por el otro, que la mayúscula de “Teresa” parece poca cosa, como una minúscula más.