El análisis grafológico de Miguel de Cervantes será mejor comprendido tras una breve biografía.
(Nac. 1547 Alcalá de Henares).
Su padre es un humilde hidalgo que practica la cirugía.
Estudia con los jesuitas en la universidad de Salamanca y en Madrid con el humanista López de Hoyos.
En 1569 entra al servicio del cardenal Acquaviva en Italia, luchando dos años mas tarde en Lepanto donde es herido en una mano.
Trabajó como recaudador de impuestos y es encarcelado en Sevilla (1597) por algunos asuntos oscuros.
Su matrimonio fue desafortunado y va a Madrid bajo la protección del conde Lemos lo que no le impide morir en Madrid en la pobreza en el año 1616.
Su obra maestra “El Quijote de la Mancha” es una de las cimas de la literatura universal.
ANÁLISIS GRAFOLÓGICO DE MIGUEL DE CERVANTES
Nuestro muy célebre escritor encarrila su firma con una habilidad artística propia de la época.
Toda ella nos sugiere a los lectores que detrás de sus excelentes modales.
Existe un gran seductor a la antigua usanza y le sabe trasmitir al sexo opuesto, que la vida en sí, es harto hermosa.
Si su matrimonio no terminó sin embargo resultando satisfactorio posiblemente por sus deseos de ser libre y no atarse definitivamente a nada ni a nadie.
La greca con la que engalana la rúbrica,, muy ornamental, le da un brochazo picaresco a su escrito.
Como su propia existencia su letra es riquísima en experiencias.
Muy echado para adelante, siempre ávido de aventuras y bastante despistado.
Tuvo las ideas muy avanzadas para su tiempo
Omite el poner su primer apellido con mayúsculas.
El segundo apellido, representación de la madre, es plasmado en la línea inferior como un recordatorio que se le hace grato.
En esta ocasión, no es que si ponga la “S” de Saavedra con letra grande, sino que además la “d” que le acompaña se empeña en retroceder a la izquierda como acariciando el pasado.
Nuestro autor del “Quijote” a ciencia cierta, debió poner de por vida a su madre en un altar.